Hace unos días escribía unas líneas acerca de la muerte de Pau Donés. Hoy me veo escribiendo otras cargadas de la misma rabia, del mismo miedo, de la misma impotencia y de una incomprensión casi infantil. En esta ocasión el triste protagonista es el escritor Carlos Ruíz Zafón, fallecido hoy mismo en Los Angeles. A ambos se los ha llevado el cáncer y a ambos a parecidas edades, el primero a los 53 y al segundo a los 55 años.
Carlos Ruíz Zafón saltó al panorama mundial en 2001 con La sombra del viento, una novela de connotaciones mágicas, nostálgicas, plena de imaginación y con una atracción embrujadora. Personalmente, me fascinó su lectura y después me sedujo su autor, un nombre alzado a las cumbres de la literatura y que sin embargo parecía mostrar un completo desapego por el éxito, la fama, los halagos...
A La sombra del viento siguieron otros éxitos. Y la figura de Ruiz Zafón permaneció, al menos para los que en la distancia le seguimos, inalterable.
Quienes mejor pueden hablar de su trayectoria, de su estilo, son sus propios libros, tanto los anteriores a 2001 como los posteriores. Adentrarse en ellos es viajar por territorios sorprendentes.
Con su acostumbrada elegancia, Eduardo Mendoza dedica en el País unas palabras a la figura de Carlos Ruiz Zafón, que pueden leerse en el siguiente enlace.